viernes, 5 de junio de 2009

Nadal, el "no protegido"



Nuestro numantino deportista asegura no estar cansado, frente a todas las acusaciones que indican “un posible desgaste”. Si bien es verdad, la resistencia de la ciudad ha caído esta vez al son de unas molestias en la rodilla. Él nunca bucea a la búsqueda de excusas, por eso humildemente despachó las interrogantes con un “simplemente no jugué bien”. Sin embargo no es un secreto que lleva meses arrastrando problemas –una tendinitis- en la rodilla. Algunos culpabilizan a su tío Tony debido al excesivo calendario del número uno del mundo, que incluye nuevos torneos cada año. La presión a la que se ha visto sometido Rafa en los últimos meses, el dinero y los récords representan, según las malas lenguas, motivos para dejarlo KO, además de otros compromisos meramente económicos. Algunas voces en Francia -la del periódico "L’Equipe"- ya lo achacan a una preparación incorrecta, cosa que Rafa se apresuró a desmentir. Y hablar del público de Roland Garros y los medios de comunicación del país galo últimamente conduce a debates acalorados y acusaciones delicadas. Hay incluso quien habla de una confabulación soterrada para que Federer gane este año -y todos- Roland Garros:

Como cabeza de serie número dos, juega sólo en la pista central -Phillipe Chatrier - mientras que Rafael Nadal, cabeza de serie número uno ya jugó uno de sus partidos en una pista secundaria. No es por casualidad que llaman a Federer “el protegido”.

Si Roger llega a la final lo habría hecho sin pisar una pista que no fuera la central, la cual por su rapidez se adapta mejor al juego del suizo que ninguna otra. Si Rafa hubiera llegado a la final, siendo como es cabeza de serie número uno -que requiriría sus ventajas- no habría tenido la misma suerte que Roger y habría jugado en esa pista sufriendo además los abucheos del público. La lógica no funciona en París cuando algún deportista español está de por medio o como se ve en el hecho de que “France Football” jamás le dará un Balón de Oro a un jugador español -no se lo dio en su día a Raúl - y Xavi e Iniesta lo tienen también complicado.

Tampoco el menosprecio por parte del público francés es nuevo sino que ya lo sufrieron otros deportistas de élite cómo Induráin, David Gómez Martínez (en decatlón), Fernando Alonso en F1, la selección española de fútbol -recordemos a la prensa británica y las constantes acusaciones de racismo en un momento, ante todo, dulce para nuestro fútbol. En L´Equipe nunca se ha señalado a Miguel Indurain como uno de los grandes del ciclismo. Como si el obviarlo cambiara la realidad. A veces en el deporte internacional se producen conflictos lógicos. Si a todo esto le sumamos el carácter tan poco señorial que ha tenido la prensa con dudosas y oscuras acusaciones de dopaje en sus periódicos contra Nadal, diremos que su caso es excepcional.

Bienaventurados seréis cuando os insulten y digan toda clase de calumnias.


Las recriminaciones de Tony Nadal -entrenador de Rafa que acusaban al público francés de estúpido y envidioso- no son especialmente afortunadas pero reflejan la realidad de un trato injusto, cuanto menos, que no tendría por qué ser tolerado en una cancha de tenis. No se puede juzgar al mundo del deporte con doble rasero: cuando los españoles abuchean a Hamilton, según ellos, somos racistas; pero cuando los franceses abuchean a Rafa, son maleducados, envidiosos y estúpidos de facto. Que así sea. Sabemos de un periodista deportivo de nuestro país vecino -que trabaja además en una cadena de televisión española -que ha salido en desesperada defensa propia, la de intentar bucear en un lago de sal- como si no tuviéramos ya bastante con las patrañas de L’Equipe: la hipocresía francesa asegura que son casos aislados. Claro, cuatro años de abucheos ininterrumpidos, sin un merecido reconocimiento y sin el más mínimo alarde de cariño a su tetra-campeón es un caso aislado. Sólo hace falta recordar la definición como “ratas de tierra batida” que ya en su día dedicaron -no recuerdo ahora qué medio- a los tenistas españoles. ¿Qué hubiera pasado si los ingleses hubieran hecho tal majadería al “protegido” en Wimbledon? Eso sólo le pasa a algunos "elegidos" en París. Y mira que es fácil respetar a Rafa...

En España, en Madrid, Federer se fue eliminado entre aplausos y una gran ovación, a pesar de no ser santo de devoción de los españoles. Después por si no tuvieramos bastante del exterior, sufrimos algo que se remonta al principio de nuestra historia y que se vislumbra como el eterno cáncer de España: la envidia.

¡Es muy difícil no estar con Rafa! Primero porque nos representa contra un mundo deportivo internacional que nos es hostil y pretende hacernos de menos. Segundo, porque lo da todo con pasión, haciéndonos disfrutar con su juego. Tercero, por su afán numantino de resistir: estoicismo y carácter espartano -que al menos eran propios de nuestro pueblo y que hoy constituyen un valor en extinción. Y cuarto, porque es humilde, a diferencia de muchos, particularmente los que lo menosprecian.

Independientemente de una preferencia por el juego lleno de gracia de Roger Federer, nuestro numantino tiene muy poco por lo que ser descalificado.

Pero la envidia, carcoma de los huesos, es inmortal.

3 comentarios:

Murgis dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Este artículo es muy profesional y da en el clavo. Se agradece que alguien saque la cara por quien ha dado tantas alegrías a España.

Gracias.

Anónimo dijo...

Estuvo muy bueno Paty, escribes genial, una buena dedicatoria para tu amor platónico :p

Besos!

Isaac